he comenzado a convencerme cada día más en que ya no debería usar mayúsculas para escribir. las mayúsculas se utilizan para designar los comienzos de una frase tras un punto y para los sustantivos propios. últimamente he de desconfiar de la propiedad. tampoco vislumbro el principio de algo, con la exactitud con que una mayúscula lo hace. los nombres propios son, una de las cosas menos propias que
tenemos, si es que algo propio podemos tener. he dudado en ciertas dosis de la propiedad, he llegado a relativizarla, ponerla en escena como actriz principal de los últimos arrebatos y ella ahí, disminuida en el escenario piñufla de dos cajas de leche, diciéndome "chao". la propiedad no debe existir porque es una farsa, y por ende los "nombres propios" tampoco.
yo me llamo hilda yañez yañez, con minúsculas, porque no soy propia, ni tengo propiedad alguna, y mi importancia no va por tamaño de letra.
hoy quiero inaugurar un estado nuevo: un punto es un punto siempre, es un corte, pongámosle mayúscula después o no.
es igual que la coma, que representa pausa. por eso las siglas también pueden ir con minúsculas, ya que es el punto el que en este caso designa abreviación. espero que este arrebato de anarquismo sea un poco de inspiración, emoción.
la lucha de clases de las letras es un problema que deberíamos ir solucionando desde ahora.